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✂️ Piedra, papel y recorte (federal)
WASHINGTON, DC | TIEMPO DCODER | JUL 10 2025 |
UNAS SE CUMPLEN, OTRAS NO.

Foto: EFE
ICE mintió, dijo que deportaba y no era verdad, ICE mintió…🎵 La agencia prometió deportar a millones de indocumentados en tiempo récord, pero la maquinaria va más lenta que el discurso. Sigue el ping pong en la Corte Suprema: el tribunal bloquea (again) el intento de la administración por eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento. Y hablando de la Corte, también le dio tijera libre a la administración para los recortes de empleados federales. La promesa que sí se cumplió: indocumentados no tendrán acceso a Head Start, clínicas comunitarias y otros servicios de salud.
EL DÍA EN HEADLINES.
ICE ROMPE RÉCORD DE ARRESTOS, PERO DEPORTA MENOS DE LA MITAD.
La agencia detuvo a más de 30,000 inmigrantes en junio, su cifra más alta desde 2019. Aun así, solo deportaron a 18,000. El gobierno de Trump prometió deportar a millones de indocumentados en tiempo récord, pero por ahora la maquinaria va más lenta que el discurso. Muchos detenidos siguen en procesos legales o tienen protecciones judiciales, lo que ralentiza el proceso de expulsión. Mientras tanto, los centros de detención están al límite. Más arrestos, menos salidas: algo no encaja.
GOBIERNO PROHÍBE ACCESO A HEAD START Y CLÍNICAS A INDOCUMENTADOS.
Una nueva norma del departamento del Health and Human Services elimina el acceso de inmigrantes indocumentados a Head Start, clínicas comunitarias y otros servicios básicos. La medida se basa en una orden ejecutiva firmada en febrero. El gobierno dice que es para “preservar recursos”, aunque los inmigrantes indocumentados pagaron $55,000 millones en impuestos el año pasado. La exclusión se hace oficial, incluso en servicios que antes eran la excepción.
JUEZ BLOQUEA INTENTO DE ELIMINAR LA CIUDADANÍA POR NACIMIENTO.
Un tribunal federal detuvo una orden de la administración que buscaba negar la ciudadanía a hijos de inmigrantes nacidos en Estados Unidos. Dijo que la medida viola la Constitución, que garantiza ese derecho desde 1868. La Casa Blanca alegaba que la Corte Suprema limitó los bloqueos judiciales, pero este juez encontró cómo frenarla igual. Es una victoria temporal, pero significativa. El tema podría llegar de nuevo a la Corte Suprema.
REPUBLICANOS PRESIONAN A POWELL PARA QUE RENUNCIE.
Senadores republicanos pidieron la renuncia de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal antes de las elecciones. ¿La razón? La misma narrativa de la Casa Blanca: no baja las tasas de interés lo suficientemente rápido. Lo acusan de costarle al país $400,000 millones al año. Trump lo critica públicamente y su equipo económico ya trabaja en un reemplazo: el secretario de Tesoro, Scott Bessent, ya está en la lista de candidatos.
SUSPENDEN A AGENTES DEL FBI POR FALLAS EN EL ATENTADO A TRUMP.
El Servicio Secreto suspendió a seis de sus agentes tras el intento de asesinato a Trump en su mitín de campaña en Pensilvania el año pasado. Las sanciones van de 10 a 42 días sin funciones clave. La agencia admitió “fallos graves” en la operación, que dejaron un muerto y varios heridos. La directora del Servicio Secreto renunció días después. Aunque hay castigos, solo por ahora, no hay despidos.
EN PROFUNDIDAD.
DESPIDO SUPREMO.

Foto: AP
Trump ganó una batalla clave en la Corte Suprema: podrá avanzar con recortes masivos en el aparato estatal sin pasar por el Congreso.
La decisión fue breve pero poderosa: la Corte Suprema permitió que la administración implemente una orden ejecutiva para reducir en masa la fuerza laboral federal, dejando en pausa el bloqueo que había impuesto una jueza de distrito en California. El argumento: el gobierno probablemente tiene razón al decir que su orden es legal. No hay fallo final aún, pero el daño ya puede comenzar.
El plan no es menor. Trump ordenó a las agencias “prepararse rápidamente” para despidos masivos. El detalle: sin aprobación del Congreso. Una coalición de sindicatos, gobiernos locales y activistas presentó una demanda alegando que esto equivale a desmantelar el Estado por la vía ejecutiva. Pero la Corte, con mayoría conservadora, decidió no esperar.
La única voz discordante fue la de la jueza Ketanji Brown Jackson, que advirtió que esta decisión permite “una desarticulación sin precedentes del gobierno federal” sin que haya habido un verdadero debate democrático. En palabras simples: el Ejecutivo podrá ejecutar sin control.
Mientras tanto, desde la mayoría (incluyendo Sotomayor) se repite el mantra de que todo debe hacerse “bajo la ley”, aunque eso signifique dejar el camino libre para que el daño ocurra antes de que se determine si era legal hacerlo.
Y como si todo esto no fuera suficientemente distópico, el momento no deja de ser irónico: justo cuando Elon Musk —el CEO de la privatización estatal— ya no ocupa el megáfono institucional, la estructura que ayudó a inflar empieza a vaciarse. Pero el proyecto sigue.
¿Los despidos serán sustentables en el tiempo? Bueno. Solo el tiempo lo dirá.
El gobierno podrá avanzar con despidos masivos (RIFs) en agencias federales, sin esperar la resolución final de los tribunales.
La Corte Suprema dio luz verde temporal, al considerar que la Casa Blanca tiene alta probabilidad de salir victoriosa en su apelación.
No se debatió si los despidos son legales, solo si se pueden planificar y ejecutar mientras se resuelve el caso.
Jackson denunció que esto permite una “reconversión del Estado sin control del Congreso”, y que la Corte debería haber dejado que los tribunales inferiores evaluaran primero los impactos reales.
Sindicatos y activistas advierten que esto desmantela la burocracia necesaria para que el Estado funcione, desde oficinas de seguridad laboral hasta sistemas de salud pública.
El contexto es claro: la administración busca consolidar una versión reducida del Estado, con menos control interno y más espacio para contratistas privados y estructuras paralelas.
Para algunos, esto no es una amenaza, sino una promesa cumplida. Un Estado más chico, más ágil y menos “interferente”. Que el recorte venga sin pasar por el Congreso es apenas eficiencia ejecutiva o al menos así lo pintan en ciertos podcasts con fondo de bandera.
Otros, en cambio, ven un déjà vu de manual explicado a lo “Project 2025”: eliminar funcionarios, debilitar agencias, externalizar funciones clave y luego quejarse de que “el gobierno no sirve para nada”. Como si el incendio justificara la demolición.
La victoria judicial no llega por mérito de un buen plan de gobierno, sino por la habilidad de usar los atajos del poder. Y aunque Musk haya salido del escenario, el impulso de desregular desde adentro sigue intacto. Cuando el objetivo es achicar el Estado, el vacío no lo llena la eficiencia. Lo llena el mercado
LO QUE SE DICE Y LO QUE NO.
EL SUEÑO ROTO DE ESTUDIAR.
Seguro escuchaste a tu abuelita, una tía, o cualquier familiar decir: “tienes que estudiar para salir adelante”. Lo que no se dice es que esa promesa puede costarte hasta 50 años de deuda, y con suerte.
Hoy, estudiar en Estados Unidos cuesta más de $110,000 —sin contar los gastos de libros libros, vivienda ni los intereses de los préstamos estudiantiles. Si financias la carrera con deuda (como hace la mayoría), podrías terminar pagando más de $180,000 a lo largo de dos décadas. Y el sueldo promedio al graduarte ronda los $55,000. Matemática simple: incluso sin vivir ni gastar un centavo en otra cosa, recuperar esa inversión te tomaría años.
¿Podemos volver al pasado? En los años 80, una carrera completa costaba unos $10,000 ajustados por inflación. El sueldo al salir era de $25,000. Es decir: el título valía menos de la mitad de lo que ganabas al año. Hoy cuesta el doble de tu ingreso anual. Antes se podía pagar estudiando medio tiempo. Hoy, ni con dos trabajos alcanza. Entonces, ¿vale la pena estudiar? Depende. De tu carrera, tu contexto, tus privilegios. Pero si no haces las cuentas antes, la respuesta te puede salir muy cara.
Y mientras millones se endeudan para educarse, el Big Beautiful Bill promete una debacle mayor en la educación. El megaproyecto de ley que promete crecimiento a fuerza de recortes fiscales permanentes. ¿El precio? Un incremento de entre $3.4 y $6 billones en la deuda nacional, según estimaciones del Congressional Budget Office, el Manhattan Institute y la Universidad de Pennsylvania. Traducción: más deuda pública, más intereses, más presión para que tú (sí, tú) pagues más por todo: desde el préstamo estudiantil hasta el alquiler.
Entonces, ¿vale la pena estudiar? Tal vez sí, tal vez no. Pero esta es la parte incómoda: el gobierno está hipotecando tu futuro financiero con decisiones que harán más caro tu intento de progresar. Si la educación sigue encareciéndose mientras el país gasta sin medir consecuencias, estudiar ya no será la salida. Será el primer paso hacia una deuda que no pediste.
NO ME DIO TIEMPO DE EXPLICARTE.
La guerra con Brasil puede salir cara. Trump quiere castigar a Brasil con un arancel del 50% si no retiran cargos contra el expresidente Jair Bolsonaro. Eso podría disparar aún más el precio del café, que ya subió 12% este año. Una taza más cara, y no por el espresso doble.
Michigan mantiene su veto al aborto con fondos públicos. Un juez desestimó una demanda contra la prohibición estatal de financiar abortos con Medicaid. Dijo que el grupo demandante no tenía derecho legal a presentarla. El derecho existe, pero el acceso con apoyo público, no.
Solicitudes de desempleo bajan, el mercado laboral resiste. Las solicitudes de ayuda por desempleo cayeron a 227,000, menos de lo esperado. A pesar de despidos en empresas grandes, el mercado sigue sólido.
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Redactor: Paola Sardiña | Editor: Marcos Porras | Editor jefe: Marcos Marín