Trump vende la paz (shaky)

WASHINGTON, DC

TIEMPO DCODER

JUN 24 2025

Peace for profit.

Foto: EFE

Un padre de tres marines detenido a golpes por ICE. Un panel de vacunas desmantelado por conspiraciones. Y una Cámara de Representantes donde hasta los demócratas protegen a Trump. Mientras tanto, Irán lanza misiles, el Pentágono se contradice, y la Casa Blanca insiste en que todo está bajo control. En el fondo, nombres conocidos siguen moviendo hilos: Stephen Miller con acciones en la empresa que alimenta las redadas.

EL DÍA EN HEADLINES.

Detienen con violencia a padre de tres marines en operativo migratorio

Narciso Barranco, trabajador de jardinería en California y padre de tres marines (uno veterano, dos activos), fue detenido por agentes federales encapuchados en Santa Ana. En videos virales se ve cómo es reducido, rociado con gas y golpeado, presuntamente sin haber recibido atención médica tras más de 24 horas en custodia. Migración alega que opuso resistencia y atacó con una herramienta. La familia y la comunidad niegan la versión oficial y exigen justicia: ya han recaudado más de $48,000 para su defensa.

Trump recontrata a decenas tras despidos masivos que dejaron al país sin meteorólogos, expertos en plomo y traductores de Farsi

El gobierno de Trump comenzó a reincorporar en silencio a cientos de empleados federales esenciales que había despedido semanas atrás como parte de su plan de “eficiencia”. Entre los recontratados hay meteorólogos en plena temporada de huracanes, expertos en salud ambiental, personal clave del CDC y traductores de Farsi despedidos justo antes del conflicto con Irán. Críticos advierten sobre “bombas de tiempo” en agencias debilitadas.

La izquierda le baja la mano a la izquierda: 128 demócratas frenan el impeachment contra Trump por los ataques en Irán

La moción fue impulsada por Al Green, que acusó al expresidente de actuar como un autócrata al bombardear sin aval del Congreso. Pero el intento no llegó ni a debate: la mayoría del partido demócrata votó junto a los republicanos para sepultar el proceso. Entre los que le dieron la espalda al impeachment están los tres líderes demócratas en la Cámara: Jeffries, Clark y Aguilar. Hasta AOC pidió la destitución, pero terminó aislada.

Trump vende la paz (shaky) en Medio Oriente como un buen negocio para China

El presidente celebró el frágil cese al fuego entre Irán e Israel como un logro personal y lo conectó con sus negociaciones comerciales con China: “¡Fue un gran honor lograr esto!”, dijo. Según él, la tregua permite a China seguir comprando petróleo iraní… y quizás también estadounidense. Pero hasta sus aliados ven la lógica como un salto extraño. Mientras el Estrecho de Ormuz sigue siendo un punto de tensión, la Casa Blanca insiste en que la estabilidad es mérito de Trump, aunque China no le ha agradecido y lleva más de un mes sin importar crudo de EEUU. En resumen: paz volátil, mirada en el negocio.

RFK Jr. desmantela panel de vacunas, revive teorías refutadas y genera alarma por potenciales muertes evitables

El secretario de Salud y Servicios Humanos defendió ante el Congreso su decisión de despedir a 17 asesores de vacunas del CDC y reemplazarlos con escépticos, alegando conflictos de interés y “malpraxis”. En la audiencia, reafirmó ideas desmentidas sobre efectos adversos de vacunas, y eliminó la recomendación de vacunación contra el Covid para embarazadas. Demócratas alertan que sus acciones avivarán el escepticismo y costarán vidas, mientras Kennedy se apoya en estudios desacreditados y acusa a expertos de estar vendidos a farmacéuticas. El nuevo panel se reúne mañana para revisar, entre otras cosas, el preservante timerosal y la vacuna contra el sarampión, que Kennedy ha vinculado falsamente al autismo.

EN PROFUNDIDAD.

El bombardeo no fue tan demoledor como Trump dice

Foto: EFE

Ayer fue la noticia. Hoy es la duda. La narrativa oficial de que EEUU “aniquiló” las instalaciones nucleares de Irán empieza a resquebrajarse —y no por Teherán, sino por fuentes dentro del propio gobierno estadounidense. Una evaluación temprana del Pentágono, obtenida por CNN, sugiere que los sitios atacados el fin de semana —Fordow, Natanz e Isfahan— sufrieron daños, sí, pero no los suficientes como para frenar el programa nuclear iraní por mucho tiempo. Las centrifugadoras seguirían intactas; el uranio enriquecido, almacenado. En el mejor de los casos, dicen, se ganó un par de meses.

Lo que ocurre en las profundidades de Irán —literalmente— se está convirtiendo en un frente más de la política doméstica de Trump. El presidente insiste en que el operativo fue un éxito total; su vocera calificó la evaluación de inteligencia como “una mentira filtrada por un perdedor anónimo.” Pero la brecha entre discurso y datos preocupa a sectores del Congreso, donde se cancelaron sesiones informativas clasificadas sin explicación clara. Y el Pentágono, aunque cuidadoso, no ha respaldado con contundencia las afirmaciones de la Casa Blanca.

  • Israel venía atacando instalaciones iraníes desde días antes, pero pidió ayuda a EEUU para usar sus bombas de 30,000 libras. Aun así, no se logró destruir las zonas subterráneas clave. En Isfahan, incluso, EEUU optó por usar misiles Tomahawk en lugar de bombas penetrantes, al asumir que no llegarían al nivel deseado.

  • Según expertos y fuentes oficiales, el ataque dañó estructuras sobre el suelo —como infraestructura eléctrica o almacenes— pero dejó intactas partes críticas del programa nuclear. El programa podría reanudarse pronto, con las mismas piezas.

La narrativa de “disuasión recuperada” corre el riesgo de convertirse en una ilusión momentánea. Si Irán puede reconstruir rápidamente lo perdido, el golpe queda más cerca de un mensaje político que de una victoria estratégica. Y el costo de esa diferencia podría sentirse más allá de las fronteras iraníes.

LO QUE SE DICE Y LO QUE NO.

Política y portafolio

Lo que se dice es que Stephen Miller —arquitecto de las políticas migratorias más duras del trumpismo— tiene acciones en Palantir, una empresa que provee tecnología “crítica” para ICE y que ha multiplicado sus ingresos gracias a contratos federales. Lo reveló una investigación del Project On Government Oversight (POGO), firmada por Nick Schwellenbach. Lo que se dice es que hay conflicto de interés, porque mientras moldeaba la estrategia de deportación desde la Casa Blanca, también invertía en la empresa que se beneficiaba de esa estrategia.

Lo que no se dice es que el entramado va más allá de un funcionario. Al menos una docena de personas cercanas al núcleo duro de Trump —incluyendo a su esposa, a asesores clave y a altos cargos del Departamento de Seguridad Nacional— también han tenido acciones en Palantir. Un ecosistema de poder y dinero donde las decisiones políticas coinciden demasiado con los portafolios de inversión.

Lo que se dice es que Palantir ha sido la niña bonita de Wall Street este año, con sus acciones disparadas más de 80% y contratos adjudicados sin competencia. Lo que no se dice es que ese ascenso está atado a una arquitectura de vigilancia profundamente cuestionada, tanto por activistas de derechos como por conservadores preocupados por la privacidad. Ni a derecha ni a izquierda convence del todo la idea de un sistema que centraliza la información de millones de personas y la entrega a un puñado de agencias —o peor aún, a quienes tienen intereses financieros dentro del gobierno.

Y lo que realmente no se dice —porque cuesta decirlo sin sonar paranoico— es que este cruce de intereses no es una anomalía, sino parte del diseño. Un diseño donde la política migratoria se convierte en negocio, el gobierno en cliente, y la ética en un ruido de fondo. Todo, legalmente autorizado, y validado por silencios estratégicos en Washington.

NO ME DIO TIEMPO DE EXPLICARTE.

  • La reforma fiscal de Trump depende ahora de un acrónimo: SALT. El secretario del Tesoro prometió cerrar un acuerdo en 48 horas sobre deducciones estatales y locales, mientras congresistas de estados con altos impuestos sudan para salvar el plan. El deadline: tener todo listo antes del 4 de julio.

  • Jeff Bezos y Lauren Sánchez celebran una boda millonaria en Venecia que dejó más que arroz en el aire. La fiesta de $70 millones con jets privados y pasteles de diseño irritó a vecinos que acusan al gobierno local de privilegiar a los ultrarricos. El evento terminó mudándose a un astillero, pero el malestar sigue navegando.

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Redactor: Paola Sardiña | Editor: Marcos Porras | Editor jefe: Marcos Marín