👀 Amazon incomoda a la Casa Blanca

La idea de que Amazon mostrara el impacto de las tarifas directamente en sus productos activó una alarma en Washington, pero no por lo que decía, sino por lo que implicaba.

Washington, DC

ABR 29 2025

Los canadienses no votaron solo por un primer ministro: votaron contra una idea. La victoria del liberal Mark Carney mandó un mensaje claro a la Casa Blanca. La vieja relación terminó y ahora será bajo mis condiciones: Canadá first. Amazon incomoda a la Casa Blanca, pero nada que una llamada “muy amistosa” de Donald Trump no pueda resolver. ICE y su nuevo mandato: si la visa es revocada, el estatus legal en el país termina, así cambiará la política para estudiantes extranjeros.

El día en headlines

🖋️ Gobernar por decreto (y con gusto)

En sus primeros 100 días de esta nueva presidencia, Trump ha firmado solo cinco leyes —la menor cantidad desde Eisenhower— dejando al Congreso prácticamente en modo decoración. En vez de impulsar una agenda legislativa, el presidente prefiere apoyarse en acciones ejecutivas para avanzar su plan de gobierno. ¿La intención? Reestructurar el aparato federal a su medida sin pasar por las negociaciones del Capitolio. 

🚫 Adiós a la visa, adiós al estatus

ICE acaba de ampliar su poder sobre estudiantes internacionales: un nuevo memo interno permite terminar su estatus legal en Estados Unidos si el Departamento de Estado revoca su visa, sin necesidad de otro proceso. Antes, esa revocación no implicaba perder automáticamente el estatus migratorio, pero ahora sí. Expertos dicen que esta medida contradice más de 15 años de lineamientos previos bajo el programa SEVP. La decisión refuerza la capacidad del gobierno de actuar de forma inmediata y sin aviso.

✈️ Ni fue voluntario, ni fue claro

La administración sigue insistiendo en que tres madres deportadas eligieron llevarse a sus hijos ciudadanos estadounidenses. Pero, los abogados dicen que es falso. A una madre se le dio menos de dos minutos para decidir el destino de su hijo de dos años. Otra fue deportada con su hija enferma de cáncer sin que se permitiera contacto legal o familiar. ICE asegura tener consentimiento por escrito, pero los defensores alegan que el proceso fue tan rápido que no hubo tiempo real para decidir nada. 

👀 Mike Johnson, ¿Mentiroso, mentiroso?

La representante Elise Stefanik negó públicamente haber hablado con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, sobre una posible candidatura a gobernadora de Nueva York. El orador había dicho que sí estaban conversando sobre el tema, pero Stefanik lo contradijo directamente en redes sociales. La tensión marca una rara confrontación entre dos figuras clave del liderazgo republicano en la Cámara.

🩺 El incierto destino de Medicare 

Los republicanos están evaluando reducir la promesa federal de cubrir el 90% de la expansión de Medicaid bajo Obamacare. Actualmente, ese porcentaje ha sido clave para que más de 40 estados reduzcan el número de personas sin seguro. Pero el presidente del comité de salud en la Cámara dice que el gasto es insostenible. Si se aprueba, el plan podría obligar a varios estados a abandonar la expansión y revertir una de las piezas centrales del ACA.

 

EN PROFUNDIDAD
Un cálido mensaje desde el Norte

“La vieja relación con Estados Unidos ha terminado”, las primeras palabras del primer ministro canadiense recién elegido. ¿Mensajito claro del norte? La relación entre la Casa Blanca y Canadá siempre fue cordial, basada en la confianza, el libre comercio y la diplomacia silenciosa. Pero esa cordialidad parece haber llegado a su fin con la llegada del segundo mandato de Donald Trump. Mientras en Washington se intenta consolidar una visión dura, nacionalista y centralizada del poder, en Ottawa se eligió una respuesta clara: marcar distancia.

Se escribe distancia, se pronuncia “primero Canadá”. Los canadienses no votaron solo por un primer ministro: votaron contra una idea. La campaña electoral terminó siendo menos sobre política interna y más sobre qué tipo de relación quieren los canadienses con un Estados Unidos (bajo el mandato de Trump).  Los conservadores tenían el viento a favor, pero el tono agresivo de Washington terminó generando un efecto rebote. El resultado: un giro diplomático que pone punto final a décadas de automatismo bilateral. Ottawa ya no busca integrarse más, sino protegerse. Y en ese cambio, hay una advertencia: incluso un aliado como Canadá puede cerrarse si se le empuja lo suficiente.

  • Hasta diciembre de 2024, los conservadores de Pierre Poilievre lideraban con comodidad y se perfilaban para recuperar el poder. Pero cuando Trump asumió su segundo mandato y empezó a lanzar amenazas, aranceles y frases como que Canadá debía ser “el estado 51”, la opinión pública canadiense se activó. Poilievre, que intentó imitar el estilo MAGA, terminó perdiendo incluso su escaño en Ottawa. El liberalismo ganó terreno no por entusiasmo, sino como escudo. El giro fue tan fuerte que Mark Carney pasó de novato a primer ministro en semanas. Trump logró lo que sus rivales no pudieron: unir a la izquierda canadiense.

  • En su discurso de victoria, el nuevo primer ministro Mark Carney declaró que la era del libre comercio sin condiciones con Estados Unidos se terminó. “Estamos sobreponiéndonos al shock de la traición americana”, dijo. Carney dejó claro que su gobierno buscará diversificar relaciones y depender menos de la economía estadounidense. Esto incluye mantener tarifas de represalia y fortalecer lazos con Europa y Asia. La frase que más se repite en Ottawa es “mirar hacia adentro”. Para Canadá, ya no basta con ser el socio confiable del norte. Se acabó la relación de “default” con Washington.

El vínculo económico sigue siendo enorme: millones de empleos dependen del comercio cruzado y Estados Unidos sigue siendo el principal inversionista en Canadá. Pero Carney ya dijo que su gobierno se moverá con cautela. En la práctica, esto implica menos tratados automáticos, más regulaciones locales y un enfoque defensivo frente a decisiones unilaterales de Washington

La nueva regla de oro: lo que diga Trump no se responde con cortesía, sino con estrategia. La relación ya no es de hermanos, sino de vecinos que se miran con distancia.

 

Lo que se dice y lo que no
Tensa calma entre Amazon y la Casa Blanca

Amazon dice aquí está el impacto de las tarifas. La White House responde diciendo que la postura de la compañía es “hostil”. Donald Trump agarra el teléfono llama a Jeff Bezos de manera “muy amable”. ¿Cómo se llama la obra? Otro día más en la política estadounidense. 

Pero, más allá de esto, la tensión entre Amazon y la Casa Blanca revela mucho más que una disputa puntual sobre la publicación de precios. Se trata de una batalla por el control de la historia: ¿quién carga con el costo político de la inflación? ¿Quién tiene el derecho —y el poder— de decirle la verdad al consumidor? 

La idea de que Amazon mostrara el impacto de las tarifas directamente en sus productos activó una alarma en Washington, pero no por lo que decía, sino por lo que implicaba. Transparentar el origen de los aumentos era, en el fondo, ponerle nombre y apellido a una política que busca presentarse como la “salvadora”. Y ahí, el conflicto dejó de ser económico para convertirse en político.

Pero en esta historia no todo se dice de frente. La crítica buscaba frenar un mensaje potencialmente dañino para la narrativa económica de la administración: si los consumidores veían que el costo de las tarifas recaía sobre ellos, se rompía el relato de que era China quien pagaba el precio. 

La intervención pública del gobierno no fue solo una defensa de su política comercial, sino también un intento de mantener bajo control el relato inflacionario que podría erosionar la popularidad de Trump en su segundo mandato.

Amazon, por su parte, no es un actor inocente. Aunque la empresa negó que los cambios fueran a aplicarse en su sitio principal y aseguró que se trataba de una discusión interna en una sección experimental, el mensaje ya había sido enviado. ¿Qué mensaje? Que Amazon no quiere cargar con la culpa del aumento de precios. Que está dispuesta a mostrar su propio margen de responsabilidad, pero también a evidenciar —aunque sea por insinuación— que el origen de los sobrecostos es político. En ese acto sutil, Bezos le recordaba a la Casa Blanca que el ecosistema de poder no se limita al ala oeste.

Hay un delicado equilibrio de intereses mutuos. Amazon necesita evitar la percepción de que se beneficia a expensas del consumidor medio. La Casa Blanca, a su vez, necesita evitar cualquier señal que le vincule directamente con la inflación. Pero más allá de las declaraciones públicas, la llamada entre Trump y Bezos —descrita como “tranquila”— fue una señal de que ambos entienden que este enfrentamiento no les conviene. Lo que se juega no es solo la imagen pública, sino el margen de acción en un año electoral y con la economía como principal campo de batalla.

 

No me dio tiempo de explicarte

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Redactor: Paola Sardiña
Editor: Marcos Porras